Orégano:
Usos:
- Cuidado de la piel: El hidrolato de orégano es conocido por sus propiedades antimicrobianas y purificantes para la piel. Se utiliza como tónico facial para limpiar, tonificar y purificar la piel, así como para tratar el acné y otras afecciones cutáneas.
- Aromaterapia: El aroma herbal y ligeramente picante del hidrolato de orégano lo convierte en un agente en aromaterapia para promover la energía y la vitalidad. Se puede rociar en el aire o aplicar sobre la piel como perfume natural.
- Cuidado capilar: Se puede utilizar como enjuague capilar para fortalecer el cabello, estimular el cuero cabelludo y combatir problemas del cuero cabelludo como la caspa.
Propiedades:
- Antimicrobianas: El hidrolato de orégano contiene compuestos antimicrobianos que pueden ayudar a combatir las bacterias y hongos que causan el acné y otras infecciones cutáneas.
- Purificantes: Sus propiedades purificantes ayudan a limpiar y desintoxicar la piel, dejándola fresca y revitalizada.
- Estimulantes: Se cree que el aroma del orégano tiene propiedades estimulantes que pueden ayudar a aumentar la energía y la vitalidad.
Los hidrolatos son productos derivados del proceso de destilación de plantas aromáticas, como flores, hojas, tallos o raíces. Durante la destilación, el vapor de agua atraviesa la planta y arrastra consigo los compuestos aromáticos y otras sustancias solubles en agua. Luego, este vapor se enfría y se condensa, produciendo dos productos: el aceite esencial y el hidrolato, también conocido como agua floral o agua destilada.
Los hidrolatos contienen una pequeña cantidad de aceites esenciales disueltos en agua, así como compuestos solubles en agua de la planta, lo que les confiere propiedades terapéuticas y aromáticas. Se utilizan en aromaterapia, cuidado de la piel y cosmética natural, así como en la cocina y la elaboración de perfumes.
Dependiendo de la planta utilizada, los hidrolatos pueden tener una amplia gama de beneficios para la piel y la salud, como propiedades calmantes, tonificantes, hidratantes, antiinflamatorias, antisépticas y refrescantes. Son más suaves que los aceites esenciales y pueden ser utilizados directamente sobre la piel sin dilución, lo que los hace ideales para personas con piel sensible o niños. Sin embargo, es importante elegir hidrolatos de alta calidad y almacenarlos correctamente para preservar sus propiedades.
